eulogio pingarron |
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| Manuel González Comes, le conocí en 1965, fue Tesorero de la Falla Convento de Jerusalén con Matemático Marzal, en el cruce de las dos calles se montaba la Falla, y un año cargué el coche y me fui con toda la familia a Valencia, estuvimos tres días y disfruté de mis cuatro pasiones: mi familia, mis amigos, la Falla y el arroz que nos tomamos en la madrugada después de consumirse la Falla (me dejaron estar junto a los que la prendieron) nos comimos el arroz que nos estaba esperando en el domicilio Social de La Falla; comimos el arroz “como Dios manda”, todos alrededor de la paella y cada uno con su cuchara de palo, cucharada y paso atrás. Fui amigo de Manolo, muy amigo; tanto que su hija Amparo nos llamó y me dijo: Eulogio, creo es conveniente que vengáis a Valencia a despediros de mi padre. Llegamos mi mujer y yo a media mañana, nos estaba esperando el chofer y nos reunimos en su casa, comimos y en la sobre mesa me dijo: Eulogio, ¿Qué tal si damos una vuelta por el jardín? Salimos al jardín, dimos una vuelta alrededor de la casa, nos dijimos cuatro cosas, nos callamos muchas más, y los dos nos miramos en silencio sabiendo que sería la última vez que nos veríamos,… no recuerdo si nos abrazamos, lo que si recuerdo es que quedamos en silencio porque la congoja nos cerraba la garganta;…. Fue muy duro. Hoy seguimos la amistad con su hija Amparo que es como una hermana para mi mujer.
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