eulogio pingarron |
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| Halley Comet. Este modelo era de Juegos Populares y yo no aporté gran cosa porque yo poco o nada mandaba en JP Recuerdo vagamente que su salida al mercado fue precedida por una gran despliegue de medios publicitarios a los cuales no asistí a pesar de que posiblemente yo todavía era socio, pero no deseaba que mi nombre se asociase a un diseño que estaba muy lejos de mi línea. Creo recordar que poco más tarde y ante la inminencia del fracaso se me pidió de forma particular que diese una opinión de cómo se podría hacer la máquina más atractiva sin gastar apenas nada; se me ocurrió que había que destapar pasillos para que el jugador tuviese una mayor visión del juego. Hasta ahí recuerdo; pero Halley comet fue una máquina que nunca me gustó…. Y creo que sigue sin gustarme aunque no la recuerde. Las máquinas no salen buenas porque si; hay fabricantes (creo que TODOS) que creen que lo que hace buena a una máquina es el jugador y la decoración; Que hasta que una máquina no sale al público y pasa la “prueba de juego” de los jugadores no se puede comenzar a hacer cálculos del número de las que se pueden vender. Yo esto lo pude explicar a Juan Paredes, pero no le interesó porque para eso estaba yo y él se encargaba del resto (que era bastante) Juan y yo hacíamos un tándem imbatible, pero la soberbia de ambos hizo que pensásemos que podíamos triunfar por separado. Nos juntábamos a comer en el mismo restaurante casi a diario, alguna vez fuimos al futbol porque hasta en eso coincidíamos (ambos del Atlético de Madrid) –yo, desde que murió jamás he vuelto al futbol-; pero discutíamos todos los días. Un día de Agosto nos llamamos por teléfono y yo le dije: Mira Juan, esto no puede seguir así, vamos a sentarnos y discutir las cosas con mesura y objetividad, son muchos años de convivencia laboral y familiar y si tenemos que romper la amistad definitivamente que sea al menos de una forma civilizada; Me respondió: Creo que tienes razón, me voy de vacaciones, pero te prometo que a mi vuelta nos sentamos y zanjamos las disputas. (Alguien cercano a ambos me dijo que tenía la intención de proponerme asociarnos de nuevo y volver a nuestra antiguas costumbres que tan buenos resultados nos habían dado; el dirigiendo la Empresa y yo dirigiendo y creando la técnica y los diseños)
Cuando se disponía a regresar a Madrid, se quedó en la carretera (cerca de Sevilla) el mejor amigo que jamás tuve. Fue el principio del fin de Juegos Populares y … Yo perdí al mejor colega y amigo para realizar mis fantasías con una bola sobre un tablero.
FAMARESA creo que era la fábrica de Adolfo Morilla y que estaba en Torrejón. Allí estaba como "primer espada" Jose luis Villeta, y yo aparecí alguna vez por allí llamado por Morilla (Fue el dueño de Los Sótanos en la Gran Vía de Madrid) y aparecí por problemas de Pinballs que solían importar y que yo les visitaba para aconsejar. Morilla fue un hombre muy ameno en el trato; en los 80 tuvimos el, yo, Juan P., Julio Marroquín y otros más, una cena memorable en el "chino" más lujoso de Londres. Era un hombre encantador.
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