Lo del LCD del playfield yo lo veo fundamental, además que no solo por innovar y distinguirse de lo ya conocido, es que lo veo una evolución natural a la hora de presentar la información al jugador, en una zona donde la ve mejor sin tener que levantar la vista y donde es más natural indicar los tiros que tiene que hacer y tal que en el cabezal, como si fueran unos inserts multimedia.
Aparte del P3 y de JJP, tanto STERN como Popadiuk han dejado caer que van a usar pantallas LCD en sus pinballs
Y luego por costes, una tablet china con pantalla IPS de esas medidas como la del IPAD 2, están saliendo por 150 euros, menos que un DMD.
Sí que veo barato el pinball en comparación con los de John Popadiuk por ejemplo, o las ediciones limitadas de STERN importadas, pero claro, no tenéis detrás la tradición que tiene ellos, a ese precio no sé si muchos particulares la comprarán en España.
Un precio que se saliera del entorno de los 2500 euros creo que es excesivo para el mercado de los coleccionistas particulares españoles, y aún a ese precio... ojalá me equivoque.
Lo de las rampas de alambre con el anillo ese, soldarlas no hubiera sido tan complicado, pero también le da un toque de originalidad que va muy bien con la temática del pinball, como las bridas de los barcos.
Desde luego si Marsaplay vende New Canasta's este atrae mucho más a priori, pero ¿las vende?
En cuanto al límite de unidades, es obvio que la función (aparte de por capacidades de producción) es por crear una serie limitada para darle más valor como objeto de coleccionismo, y para fomentar que los posibles compradores tentados se decidan, ante la posibilidad de no poder conseguir ninguno en el futuro si dudan.
Es la misma estrategia que las series cortas de John Popadiuk.
Si se hacen en número ilimitado y durante tiempo indefinido, es fácil que el comprador dubitativo no se decida y piense que ya tendrá oportunidad de comprar uno en el futuro cuando esté totalmente convencido.
Es más, esta táctica en la práctica, no impide hacer luego más pinballs si hay suficiente demanda. Se saca otra edición con pequeñas diferencias estéticas, y así quedan todos contentos, o al menos eso es lo que pretenden algunos.
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