| Yo personalmente tengo el culo pelado de comprar figuras a foreros en otro foro. Los que han venido a mi casa a echarse una partidas con la Metallica las han visto, es mi segundo hobby. A lo que voy es que en la venta en internet hay practicas eticas, y otras que no son eticas.
Una practica etica y licita, es vender al precio que al vendedor le parezca, es la famosa ley de la oferta y la demanda, el comprador siempre tiene la defensa de desestimar la compra si cree que el precio es muy caro.
Lo que no es etico, es subastar una venta por internet, por el simple hecho de que el comprador no tiene modo alguno de verificar que la puja que ha superado la suya es real. Un vendedor malicioso, siempre puede tirarte el anzuelo de que "otro interesado" me ofrece XXX leuros mas que tu, si lo superas la maquina es tuya, si es la maquina de tus sueños vas a acabar picando y pagando de mas. Ante esta practica el comprador , si realmente esta interesado en el articulo, no tiene defensa alguna, ni siquiera puede verificar si existe el otro interesado, como se podria hacer en una casa de subastas fisica. En resumen, es "o tragas" o huyes como si de un miura se tratase. Por eso, en el foro de figuras del que hablo, esta practica esta perseguida y castigada con la expulsion del infractor del subforo de ventas.
Luego esta la practica "gris" que, en mi opinion, es la especulación, y que a mi modo de ver es lo que realmente dispara los precios de un articulo. Es decir comprar un pinball o figura, en el que no estoy interesado, con la esperanza de revenderlo posteriormente con un beneficio. Esta practica tiene sus defensores y sus detractores evidentemente, los "flippers" que es el nombre con el que se conoce a esta gente en el mundillo del pinball, defienden su derecho a comprar y vender al precio que les de la gana. Los coleccionistas los ven realmente mal, ya que encarecen el precio de las maquinas, y lo que es peor, compiten con ellos con un fin puramente economico, en contraste con el del coleccionista, que es atesorar, exponer y cuidar una pieza determinada, por cariño y aficcion, en vez de por el vil metal.
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